domingo, 2 de enero de 2011

Acerca de las malinterpretaciones

No sabía con que entrada empezar este blog, no me gustan los clichés - como esas primeras entradas que dicen lo muy perdido que estás y lo confusa que es esta nueva página para ti - así que decidí hablar acerca de las malinterpretaciones.

Bueno, todos sabemos que son, sus pros, contras, causas y consecuencias, no me sentaré a copiar y pegar de Wikipedia la definición que se le pueda tener. El otro día iba caminando y a mi lado estaban hablando dos señoras - edades entre 40 y 50 años - y comentaban acerca de cómo los jóvenes han cambiado su forma de actuar y los nuevos gustos que tienen que perjudican tanto. Una le comenta a la otra incluso que los drogadictos son los únicos que usan piercings - o como le decía ella: pircen - y se tatuan pues eso es casi una hermandad diabólica. Obviamente, la conversación se detuvo inmediatamente cuando me vieron adelantar el paso y verlas de arriba hacia abajo y recibiendo también sus miradas de desdeño y asombro, es decir, ¿cómo es posible que gran parte de la sociedad piense que una perforación o un tatuaje hacen a una persona? ¿por qué me avergüenza pensar que mi madurez es mayor que la de algún individuo con más edad que yo?

Muchas de las cosas de las que me enorgullezco de reconocer es de la continua búsqueda de la verdad y de la capacidad de duda que tenemos los jóvenes hoy en día, experimentamos cosas nuevas, vivimos grandes experiencias, nos equivocamos, acertamos, todo con la mayor tranquilidad y ligereza en este mundo porque solo lo que nos importa es buscar nuestra verdad, pues no es secreto para nadie que lo primero que hacemos  después de escuchar un rumor/historia/anécdota es dudar, y tratar de conseguir la verdad cuanto antes. Esta cualidad no se la concedo a la mayoría de los adultos, aunque no lo quieran creer se han vuelto tan superficiales que solo interpretan lo que ven sin mirar más allá. Así que aclaratorias terminando mi primer post:

Los piercings o perforaciones - no pircen - son sólo eso, perforaciones corporales que se hacen por modismo, cultura, religión, razones espirituales o personales,  es una manera de marcar una etapa, un pensamiento. Entonces, señora cuarentona, no, no pertenezco a ninguna hermandad diabólica como lo cree.

Los tatuajes son marcas de tinta en la piel permanente realizadas con una aguja que perfora repetidas veces la piel alojando estos pigmentos en la misma y los motivos de su realización son variados, al igual que el piercing, desde modismo hasta religión. Y déjeme recordarles que esto es algo tan antiguo como la pre-historia y Egipto, si tomaran ese tiempo de cotorreo y leyeran algunos libros de historia se darían cuenta. Así que preocupémonos por algo más importante que las hermandades fantasías que se crean en la cabeza ¿si?. Muchas bendiciones.

Siempre podrán contactarme vía Twitter: @mariobsesivo

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